10 cosas a considerar antes de mudarse
Decálogo para entender si estamos preparados para el fatídico paso
Casarnos o ir a vivir juntos para crear una nueva unidad familiar es un paso importante que requiere una preparación adecuada : no se trata solo de invertir tiempo o recursos, sino de un proceso de maduración de nuestra elección y analizar los cambios que traerá. . Así como en las parroquias se pueden realizar cursos para novios, sería bueno que hubiera seminarios para prepararnos para la convivencia diaria. Si vamos a vivir con nuestra pareja o estamos pensando en casarnos, igual será oportuno hacer estas diez consideraciones preventivas , para intentar arrojar luz sobre nuestra relación, que seguirá siendo una apuesta con nosotros mismos y con el tiempo.
¿Por que lo haces?
- La primera certeza que debemos tener es la razón por la que estamos dispuestos a dar el paso fatídico : debe ser el amor el que nos oriente y no otras razones como una mayor estabilidad económica, menos renta que pagar, una estrategia contra la soledad.
- Ni siquiera es bueno pensar que después de tantos años de convivencia esta sea una elección obligada , como si fuera lo que los demás esperan de nosotros.
- Creer que a una determinada edad es necesario asentarse es otra creencia absurda que hay que evitar. El amor no tiene caducidad y no existe un reloj biológico que nos obligue a tomar decisiones tan radicales.
No te olvides de ti mismo
- La nueva vida no tiene por qué anular la vieja: es importante mantener el espacio adecuado para las pasiones y para las cosas que siempre nos han gustado, aunque esto signifique quitar algo de tiempo a la pareja.
- El sacrificio extremo nunca lleva a nada bueno : sacrificarse transformándose en sirvienta y cuidadora no hace feliz a nadie, porque da lugar a un fuerte resentimiento que con el tiempo puede resultar desastroso.
- Vivir juntos no significa convertirse en su mujer ideal . Él nos ama tal como somos y no necesitas pretender ser otra cosa. Ya lo estamos haciendo bien.
Pros y contras: es bueno conocerlos
- El equilibrio de fortalezas y debilidades puede prepararnos para compromisos que necesariamente tendremos que aceptar: el que más nos guste puede ayudarnos a sobrellevar los aspectos menos agradables, que son parte de la persona que amamos y que nunca podrán ser eliminados.
- La convivencia conducirá a un suavizado de los lados problemáticos, pero no será una varita mágica la que transformará a nuestra rana en príncipe azul . El riesgo es todo lo contrario, por lo que vale la pena estar seguro de que ya nos gusta la "rana" que amamos.
- Por otro lado , nosotros tampoco somos perfectos , por lo que la aceptación será mutua: tendremos que aprender a llevar los calcetines esparcidos por todos lados y nuestra pareja aceptará gustosa la infinidad de cremas en el baño, o las películas románticas que si el verán contra el fútbol o los interminables juegos de videojuegos.
- Sin embargo, considerar la convivencia solo como una fuente de problemas es un enfoque totalmente equivocado : es correcto pensar antes, pero no demasiado. Básicamente estamos a punto de dar un paso que nos introducirá en una vida diferente, hecha de alegría más que de tristeza: si no, ¿por qué lo haríamos? No decidimos convivir con los que amamos para llevar sus defectos sino compartir la cotidianeidad , los momentos de alegría, un consuelo en las dificultades y esas pequeñas complicidades, que son el verdadero elixir para superar cualquier desacuerdo.