Trauma psicológico infantil: de qué depende

Traumatismo infantil: es importante reconocerlos con prontitud

Trauma psicológico infantil: de qué depende

Traumatismos infantiles: es importante reconocerlos con prontitud.

El trauma psicológico infantil es un evento que el niño percibe como extremadamente estresante, por lo que segnarne la serenidad durante la adolescencia y / o la edad adulta.

La palabra trauma deriva del griego y significa perforación, piercing, refiriéndose así al concepto de herida. En el caso de los niños, el trauma es consecuencia de violencia física o sexual y / o negligencia física o emocional.

Si la violencia física se conoce comúnmente como maltrato infantil, la negligencia emocional es más compleja de explicar. Incluye una serie de fenómenos que incluyen el desinterés o desvinculación relacional de los padres, el dominio psicológico sobre el niño, la aversión a sus iniciativas de autonomía y la exploración del entorno circundante. En este caso no se trata de maltrato físico, sino de una limitación traumática del camino natural de desarrollo cognitivo-conductual del niño.

Otras veces los traumas dependen de situaciones y / o hechos no relacionados con la figura parental, sino con las vivencias vividas por los hijos : accidentes, caídas, inserción en el contexto escolar. Pero echemos un vistazo más de cerca a de qué puede depender el trauma infantil.

Empecemos por el trauma del abandono y el desapego : comienza en el momento del nacimiento. Los primeros meses de vida son fundamentales para establecer una relación pacífica con el mundo, acostumbrándolo a tener una relación pacífica con los demás y sin tener estados de ansiedad en el momento de la separación. El trauma del abandono también afecta a los niños entregados en adopción : viven constantemente en estados de ansiedad e inseguridad por temor a un nuevo abandono.

El trauma relacionado con el abuso sexual provoca un estado de malestar, tensión y vergüenza continuos en el niño. Incluso se aleja de una figura amiga y, en particular, el insomnio y las autolesiones son frecuentes para resultar menos agradables a los ojos del abusador.

Luego tenemos el trauma de la educación : se trata de esos niños que viven con la angustia perenne de ser siempre los primeros en la escuela o en los deportes. Son exigencias excesivas que crean inconvenientes relacionados con la ansiedad de no estar a la altura y no sentirse aceptado en la familia, provocando una pérdida de autoestima.

Las manifestaciones del trauma pueden ser múltiples, según la edad del niño. En la primera infancia son más características la ' ansiedad por separación , el miedo a lo desconocido , la tendencia a evitar situaciones relacionadas con el trauma , los trastornos del sueño , los dibujos traumáticos , los comportamientos regresivos (chuparse el dedo, enuresis, miedo a la oscuridad) , comportamientos asociales, agresivos y destructivos .

En los niños mayores puede haber retrasos en el recuerdo de eventos y presagios (cree que hay señales de advertencia).

En ambos casos es fundamental el diagnóstico precoz, que debe ser realizado por un especialista, quien indicará el tratamiento terapéutico más adecuado. Si no se tratan y no se superan, estos trastornos perdurarán en el tiempo, hasta la edad adulta, con evidentes dificultades relacionales.