Un aeropuerto solar, es decir, alimentado íntegramente por paneles fotovoltaicos: es Cochin, el primero del mundo.
El Aeropuerto Internacional de Cochin , en el estado de Kerala, es el centro de atención por ser el primero en identificar la energía solar como la fuente necesaria para su funcionamiento; se trata de un aeropuerto solar que funciona íntegramente con 45.000 paneles solares, evitando la emisión de 300.000 toneladas de dióxido de carbono.
VJ Kurian, director gerente, ante un enorme consumo (48.000 kWh por día) sintió la necesidad de volverse hacia la energía solar , fijándose el objetivo de producir de forma independiente la electricidad necesaria.
Lea también:
- Nuevo panel solar transparente: finalmente será posible producir ...
- Hawái apunta a un 40% de energías renovables para 2030
- La primera etapa solar de Centroamérica está en Costa Rica
A la fecha, el proyecto está dando excelentes resultados, un modelo de inversión para ser propuesto a todo el mundo.
El aeropuerto solar de Cochin será alimentado únicamente por paneles solares.El ahorro de energía estimado equivale a 3 millones de árboles durante los próximos 25 años . El exceso de energía producida también se redistribuirá y venderá al estado.
La aventura en el mundo de las energías renovables ya había comenzado en 2013 y tras los primeros éxitos, el aeropuerto ha decidido ahora ampliar el paquete de paneles solares.
Este no es el primer experimento de la India en energías renovables. No hace mucho ya me hablábamos de otro interesante proyecto en el norteño estado de Aryana, donde el gobierno ha impuesto el uso de paneles solares en los techos de casas medianas-grandes.
El aeropuerto no es pequeño, es frecuentado por casi 7 millones de pasajeros, pero no es el primero en haber optado exclusivamente por energías verdes.
El aeropuerto de Baltra , en las Islas Galápagos , también utiliza energía eólica y solar y cerca del 80% del material utilizado para su remodelación se recuperó de la infraestructura anterior.
Este proyecto representa el buque insignia de un país que está aprendiendo a respetar los recursos ambientales. Todo lo que queda es esperar nuevos desarrollos y esperar una participación masiva de otros órganos e instituciones.