Ducha fría y ducha caliente: los beneficios para el cuerpo

Ducha fría o caliente, ¿cuál elegir? Ambos tienen grandes beneficios, averigüémoslo juntos

Ducha fría y ducha caliente: los beneficios para el cuerpo

Ducha fría o caliente, ¿cuál elegir? Ambos tienen grandes beneficios, averigüémoslo juntos.

Ducha fría o caliente, ¿cuál elegir? Dependiendo de si la ducha que nos tomamos es fría o caliente, los beneficios para el cuerpo son distintos. Veamos cuáles son.

La ducha es un momento de relajación que te quita el cansancio, te recarga de energía y te ayuda a sentirte mejor.

Dependiendo de si la prefieres fría o caliente, la ducha tiene diferentes beneficios en el cuerpo.

Averigüemos cuáles son los beneficios para el cuerpo de las duchas frías y calientes .

Ducha caliente: los beneficios para el cuerpo
Seamos realistas, en invierno no hay nada más bonito que una agradable ducha caliente , sobre todo si el día ha sido helado.

El agua caliente que fluye sobre el cuerpo tiene el poder de calentar inmediatamente, de aliviar la tensión muscular y preparar mejor el descanso nocturno.

A veces, incluso las pequeñas molestias como dolores menstruales, calambres y dolores de cabeza, si se deben a posiciones incorrectas y contracturas por tensión muscular, encuentran beneficio si se tratan con un buen chorro de agua caliente.

Si tenemos algo de tiempo para dedicarnos, utilizamos la ducha caliente como un auténtico mimo y transformamos el baño en un pequeño spa .

El vapor caliente que se libera en la ducha abre los poros y ayuda a eliminar las toxinas , por lo que aprovechamos este tiempo para cuidar nuestra piel, haciendo el exfoliante para rostro y cuerpo.

Gracias al calor, estos tratamientos serán más efectivos y nuestra piel estará aún más suave y tersa.

La ducha caliente, con el vapor resultante, también es útil en caso de enfriamiento y libera las vías respiratorias congestionadas.

Ducha fría: los beneficios para el cuerpo
Veamos ahora los beneficios para el cuerpo que se derivan de la ducha fría , una práctica ciertamente menos placentera, pero que aporta numerosas ventajas.

En primer lugar, la ducha fría es ideal después de un esfuerzo físico intenso , porque ayuda a que el cuerpo y los músculos se recuperen más rápidamente, eliminen el ácido láctico y alivien los dolores.

Tiene su origen en la crioterapia y la costumbre de los jugadores de rugby de sumergirse en tinas llenas de hielo y agua. La ducha fría no será la misma, pero ayuda.

Si la idea de lanzarte bajo el chorro frío no te convence, empieza poco a poco, empezando por las piernas .

El agua fría mejora la circulación sanguínea y ayuda a combatir la hinchazón de piernas y tobillos y a combatir la retención de agua.

Además, después de una ducha fría, la piel está decididamente más tonificada y compacta.

El agua fría también es ideal para tu cabello . Se necesita un poco de coraje, pero una vez que ves los resultados, nunca te rindes.

Justo antes de salir de la ducha, pasa tu cabello bajo el chorro de agua fría: de esta forma las escamas se cerrarán y tendrás un cabello brillante y suave.