Energy Addicts, las joyas que transforman la sangre en energía

Fuerte provocación de la diseñadora Naomi Kizhner, que crea una línea de joyas cinéticas capaces de aprovechar la energía de nuestro cuerpo

Energy Addicts, las joyas que transforman la sangre en energía

Fuerte provocación de la diseñadora Naomi Kizhner, que crea una línea de joyas cinéticas capaces de aprovechar la energía de nuestro cuerpo

"¿Qué estaremos dispuestos a hacer para alimentar nuestra dependencia de la electricidad en un mundo ahora en declive?" Es con esta pregunta que la diseñadora israelí Naomi Kizhner presentó la línea de joyería Energy Addicts, un proyecto de graduación del Hadassah College de Jerusalén. Estos son adornos cinéticos, capaces de recolectar energía de funciones fisiológicas específicas. Las joyas se implantan en la superficie de nuestro cuerpo a través de las agujas que entran en las venas o justo debajo de la superficie de la piel. A través de los movimientos de los flujos sanguíneos u otros movimientos involuntarios, la energía cinética se recolecta y se convierte en electricidad.

Las tres joyas de Energy Addicts

Los tres prototipos que componen la colección fueron realizados en oro y un biopolímero impreso en 3D y tienen características diferentes en función de la zona del cuerpo para la que fueron diseñados.
Se usan simultáneamente para recolectar energía de funciones fisiológicas específicas. Por ejemplo, el "Blinker" se coloca en la nariz entre los ojos y transforma el parpadeo de las pestañas en un impulso eléctrico.

Blinker, adictos a la energía

El "Puente de Sangre", en el hueco del brazo, se conecta a las venas superficiales mediante las agujas colocadas en los extremos. Puente de sangre, adictos a la energía

Y finalmente, el "E-Pulse Conductor", que recoge energía directamente de los nervios de la columna.

Conductor de pulso electrónico, adictos a la energía

La provocación del diseñador

El impacto visual de las joyas Energy Addicts ciertamente no es para todos. Su proceso de funcionamiento mucho menor. Pero dejando de lado por un momento el enfoque invasivo de estas joyas, podemos leer una serie de provocaciones que parten de una realidad que ya nos rodea. Naomi Kizhner nos invita a reflexionar sobre esto. Nosotros mismos somos los creadores de necesidades cada vez más complejas, que requieren energía. A pesar de los notables desarrollos en el campo de las energías renovables, parece haber cada vez más demanda, cada vez menos disponibilidad. Uno se pregunta si realmente es tan importante satisfacer todas estas necesidades, y si la respuesta es sí,¿Cuánto estamos dispuestos a involucrarnos? Naomi quería crear un debate explorando el cuerpo humano con el enfoque posthumanista que lo ve como un recurso energético en constante renovación. La intención es mostrar que tecnológicamente no estamos lejos de ver estas ideas transformadas en realidad. Quién sabe si Naomi Kizhner puede considerarse una precursora o si su proyecto simplemente seguirá siendo una provocación no recogida.