Cheesecake frío de fresas

Fácil, rápido, dulce y muy suave: el cheesecake de fresa es el postre clásico elaborado en EE. UU. Que siempre resulta tentador. He aquí cómo prepararlo en muchas variaciones deliciosas.

Cheesecake frío de fresas

Fácil, rápido, dulce y muy suave: el cheesecake de fresa es el postre clásico elaborado en EE. UU. Que siempre resulta tentador. He aquí cómo prepararlo en muchas variaciones deliciosas.

Uno de los postres más populares de la última época es sin duda la tarta de queso fría . Su sabor delicadamente dulce, su textura suave y cremosa y su frescura lo convierten en el postre ideal para completar almuerzos de fiesta, cenas en la terraza o deliciosas meriendas.

La receta que os propongo hoy es muy sencilla, está preparada con ingredientes de temporada y de fácil acceso, no requiere herramientas especiales de cocina, ni fuertes habilidades culinarias. Muy fácil y rápido, sin cocinar y rico en fruta fresca (que eventualmente puedes reemplazar con mermelada), es apto para todos y puede ser creado tanto por manos adultas expertas como por niños.

¿Clásico o ligero?

La receta del cheesecake frío de fresa es realmente especial porque se puede rechazar según los gustos y necesidades de nuestros invitados: puedes optar por la versión clásica a base de queso crema como philadelphia , o por una variante más ligera a base de ricotta fresco (vaca u oveja). ¡Los golosos no pueden dejar de probar la variante mascarpone !

Otras variantes:

Además de la elección del tipo de queso, la receta también se puede personalizar por la decisión de enriquecer la nata con nata recién montada que le da una particular ligereza que casi se asemeja a una mousse: si quieres probarla, tendrás que sustituir media dosis de queso por el mismo peso de crema.
Para quienes desean un sabor más fuerte y menos dulce, el consejo es reemplazar 1/3 de la dosis de queso con el mismo peso de yogur blanco bajo en grasa . ¿Y si ya no se encuentran fresas? ¡Fuera de temporada no tendrás que renunciar al pastel de queso! Puedes usar otra fruta fresca: prueba la versión kiwi con ricotta de leche de oveja adornada con hojuelas de chocolate blanco como queso, o déjate tentar por la variante de pera y mascarpone, usando galletas de cacao como base. En otoño, no te pierdas el caqui y las avellanas y, durante todo el mes de septiembre, ¡podrás disfrutar de moras y arándanos de montaña!

El toque final

Para la decoración de tu tarta de queso puedes darte un capricho: elige fresas frescas o frutos del bosque para colocar delicadamente en el centro de la tarta, dale un toque goloso con rizos de chocolate blanco o negro y ramitas de nata montada, o decora la superficie de la tarta con diseños creados con un glaseado de sirope de fresa (disponible en supermercados).

La receta con la Thermomix

Para aquellos con Thermomix, ¡hacer tarta de queso será aún más fácil! Colocar las galletas en la jarra y pulverizarlas: 10 seg. velocidad Turbo.
Vierta la mantequilla derretida y mezcle 10 seg. velocidad 6. Presione la mezcla en el fondo de un molde desmontable de 25 cm y aplánela para formar una capa uniforme y déjela reposar en el refrigerador durante 1 hora.
Para la crema: Vierta las fresas lavadas y limpias en la jarra limpia y licúe durante 10 segundos. velocidad 7. Agregue el queso y el azúcar elegidos y mezcle durante 20 segundos. velocidad 4. Agregar la gelatina remojada en agua, exprimida y disuelta en 4 cucharadas de agua caliente y mezclar 30 seg. velocidad 4. Verter la mezcla en un bol, lavar la jarra, introducir la mariposa y batir la nata durante 3 min. velocidad 4. Amanglama suavemente las dos preparaciones y vierte la crema sobre la base de la galleta. Nivele la superficie con una espátula y déjela reposar en el frigorífico durante al menos 2 horas. Decora al gusto y sirve.

  • Rendimiento: 1 tarta de 24 cm (6 personas servidas)
  • Preparación: 30 minutos

Ingredientes

  • 250 gramos de galletas secas
  • 80 gramos de mantequilla derretida
  • 15 gramos de gelatina en láminas
  • 4 cucharadas de agua fría
  • 500 gramos de fresas limpias
  • 500 gramos de ricotta de leche de vaca fresca
  • 125 gramos de azúcar granulada

Preparación

  1. Divide las fresas en 3 partes: 200 gramos para la nata, 200 gramos para la base y 100 gramos para la decoración final.
    Cortar las fresas en cuartos para la base, las fresas a la mitad para la decoración final y hacer puré las fresas para la crema: poner todo en el frigorífico.
  2. Desmenuza las galletas y pasa unos segundos en la batidora para obtener una mezcla finamente picada que mezclarás con la mantequilla derretida.
    Presione la mezcla en el fondo de un molde desmontable de 24 cm y aplánela, compactando bien en una capa uniforme. Deje reposar en la nevera durante 1 hora.
  3. Ablandar la gelatina en agua fría, exprimirla y dejar que se disuelva en 4 cucharadas de agua caliente. Trabajar la ricotta con un batidor eléctrico junto con el azúcar para obtener una mezcla suave y blanda. Agregue las fresas en puré y la gelatina fría y mezcle bien.
  4. Disponer las fresas en cuartos sobre la base de los bizcochos coagulados, cubrir con la nata y meter en el frigorífico al menos 2 horas.
  5. Decora la superficie de la tarta de queso al gusto con las fresas restantes y, si lo deseas, con rizos de chocolate blanco o ramitas de crema batida.