¿Te has preguntado alguna vez cuánta agua consumimos (y contaminamos) en solo un año? La respuesta es 'demasiado', quizás más de lo que imaginamos. Sí… porque la 'huella hídrica' de la humanidad no está dada solo por el consumo tradicional, sino por el agua dulce incorporada en productos y actividades agrícolas, industriales y domésticos.
Así lo reveló la encuesta publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, que destaca cómo el consumo de agua ha alcanzado un promedio de 1.385 metros cúbicos cada uno (igual a 8.650 bañeras) con picos aún más altos en América ( cada estadounidense usa un promedio de 2.842 metros cúbicos de agua por año, mientras que en la China, a menudo maltratada, hay 1.071).
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En general, la huella hídrica dejada por el hombre entre 1995 y 2005 fue de 9,087 millones de metros cúbicos por año, y dado que la población mundial sigue creciendo, la cifra está destinada a aumentar proporcionalmente.
Pero para comprender el alcance del fenómeno basta con partir de un ejemplo sencillo: latte macchiato . Un capuchino, de hecho, 'esconde' unos 200 litros de agua dulce que se utilizan en toda la cadena de producción. Desde el proceso agrícola, hasta el procesamiento y refinado del grano, hasta el transporte y el agua necesaria para llenar la máquina de café. Por no hablar de todo lo necesario para la producción de leche y azúcar.
La solución para limitar el consumo mundial de agua no será beber menos café, pero ciertamente es necesario cambiar el tamaño de la tendencia y hacer un uso más consciente y responsable del bien más preciado con el que el hombre puede (todavía) contar.
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