Rotterdam es la ciudad holandesa que posee el puerto más grande e importante de Europa. Y aquí mismo se ha creado un verdadero bosque flotante , que lo embellece de forma eco-sostenible.
El proyecto se inició el 12 de marzo de 2014, a partir de una idea del conocido y apreciado artista y diseñador Jorge Bakker, un estadounidense ahora trasplantado a Ámsterdam, quien instaló veinte árboles flotando en el agua en un área llamada Aqua Dock . Mientras que el bosque se ha llamado Bobbing Forest, o bosque flotante.
La idea nació en 2012, nació de la imaginación de Bakker y con el apoyo de Jeroen Everaert (director de Mothership, empresa que tiene como objetivo realizar proyectos que combinen arte y emprendimiento), Anne van der Zwaag (historiadora del arte y emprendedora cultural ) y Jurgen Bey (diseñador holandés). Un equipo mixto de técnicos, expertos en arte y diseñadores. Todo ello, con la participación del Gobierno que creyó en el proyecto, para un cruce final de fuerzas creativas e institucionales.
Para entender si el proyecto era factible, como se mencionó, se realizó un primer experimento que duró seis meses. El primer árbol de prueba se instaló en un laboratorio durante seis meses para ver si realmente podía funcionar. La ciudad de Rotterdam encargó a la nave nodriza la construcción del primer prototipo, bajo la supervisión del Departamento de Ingeniería y los estudiantes de la Universidad de Rotterdam, la Universidad Tecnológica de Delft y la Universidad de Ciencias Aplicadas Van Hall Larenstein.
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La evidencia reveló que el único árbol que podía echar raíces y crecer en una boya flotante era el olmo holandés . Otro desafío fue averiguar cómo suministrar agua a las raíces y mantener la boya flotando a pesar del peso del árbol.
Para este último desafío, también entró en juego una empresa de construcción de acero: Mercon. La soldadura necesaria se realiza dentro del departamento educativo de Mercon con la ayuda de los estudiantes La boya, hecha a medida, tiene el aspecto de una boya común como muchas que se ven en aguas holandesas.
Una vez que se hayan resuelto todos los problemas técnicos y se haya comprobado que un solo árbol se encuentra en perfecto estado de salud en la boya, pronto se instalará el Bobbing Forest en cantidad en el puerto. Dando así a Rotterdam un aspecto más verde.
Una ciudad industrial que probablemente ofrece menos que Ámsterdam y otros lugares de la hermosa Holanda, pero que sin duda tendrá un atractivo adicional, además del gigantesco puente Erasmusbrug sobre el río Nieuwe Maas .