Tolerancia cero y no más pesticidas: un tribunal condena a quienes usan pesticidas y perjudica a quienes practican la agricultura orgánica

Plaguicidas suficientes para quienes tienen cultivos orgánicos cerca, el principio de tolerancia cero para los pesticidas consagrado en la sentencia de un tribunal italiano

Basta de plaguicidas para los cercanos a la agricultura ecológica: esta es la sentencia de un tribunal italiano que augura el futuro de la agricultura en nuestro país, porque finalmente sanciona el delito de contaminación por plaguicidas.

Son muchas las noticias que hablan del daño que provoca la agricultura irresponsable , desde estafas en los productos que comemos todos los días hasta el uso de transgénicos sin ningún estudio precautorio, por lo que es lindo dar voz a quienes nos hablan de señales positivas, de cambios. Tendencias negativas en curso, como la sentencia que reconoce el delito de contaminación por plaguicidas en la agricultura: ¡no más plaguicidas para quienes tienen un cultivo orgánico cerca!

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La noticia en cuestión nos hace comprender cómo el interés por el medio ambiente no es solo de unas pocas personas que luchan contra el mundo entero, sino que es una prioridad también para las instituciones. ¿De qué estamos hablando? De una sentencia histórica para Italia, emitida por el tribunal de Pistoia.

Después de revelar la presencia de un fungicida químico en su tierra , un caballero toscano recurrió a abogados para presentar una denuncia contra el enólogo cercano. En este caso la acción judicial no consistió solo en una multa, en una compensación, como suele suceder, sino que se pidió al juez que aplicara tolerancia cero a la contaminación por plaguicidas, para proteger tanto a los agricultores orgánicos como a los particulares. los ciudadanos.

Te recordamos que los residuos de químicos sintéticos están concentrados en polvos, elementos finos que pueden causar daños a la salud en concentraciones infinitesimales y que su tolerancia en agricultura ecológica suele ser muy baja. Por lo tanto, cualquier contaminación puede dañar seriamente una granja orgánica cercana a quienes esparcen estas sustancias sintéticas.

Gracias a las pruebas aportadas por el estudio de un perito, se ganó el caso y el juzgado de Pistoia estableció así que las fincas que utilizan sustancias sintéticas no pueden contaminar a sus vecinos y que cualquier tratamiento, pesticida, herbicida o fungicida, debe hacerse fuera de sus fronteras. La sentencia, de trascendencia histórica, reconoce así el derecho a la ausencia de contaminación, un problema bastante extendido en muchas zonas agrícolas de nuestro país.

Otro pequeño paso hacia un modelo de producción agrícola capaz de trabajar con la tierra y no en su contra, esta sentencia también da dignidad a la agricultura orgánica italiana, un modelo económico capaz de generar desarrollo sin destruir.