Síndrome de piernas inquietas

El síndrome de las piernas inquietas es una patología que afecta a los miembros inferiores con graves consecuencias también a nivel psicológico

Síndrome de piernas inquietas

El síndrome de las piernas inquietas es una patología que afecta a los miembros inferiores con graves consecuencias también a nivel psicológico.

En inglés se conoce como Síndrome de Piernas Inquietas (según el término acuñado en 1940 por un neurólogo sueco), en italiano esta condición se conoce como Síndrome de Piernas Inquietas (también conocido como síndrome de Ekbom), e indica que es imposible para quienes están cariño, quedarse con las piernas quietas, de hecho descansadas.

Es un trastorno neurológico que se presenta principalmente de noche y provoca la urgente necesidad de mover las piernas que no se puede posponer; sólo después de haberlos movido se siente verdaderamente descansado y desaparecen el hormigueo, el ardor y la picazón.

Pero todo esto es efímero porque pronto esas sensaciones desagradables vuelven y tienes que volver a moverte.

Es fácil darse cuenta de cómo este síndrome en particular es pesado, especialmente de noche , al dormir, porque perturba mucho el sueño, imposibilitando el sueño y, a la larga, también puede tener efectos incapacitantes, provocando estrés severo y estados depresivos.

Causas y síntomas

Hay que decir que existen dos tipos de este síndrome. Una primera forma primitiva , la denominada idiopática, que surge lentamente y no tiene causas específicas que identificar. Los síntomas suelen empeorar con el envejecimiento.

Existe también una forma secundaria que se presenta después de los 40 años y puede estar relacionada con patologías relacionadas con la deficiencia de hierro y la neuropatía periférica, pero también puede ser consecuencia de una determinada farmacoterapia. Los síntomas aparecen de repente, a veces incluso durante el día .

Factores de riesgo

Existen algunos factores capaces de crear las condiciones para la aparición de esta enfermedad. Por ejemplo, entre un 25 y un 40% de las mujeres embarazadas lo sufrirían de una forma que afortunadamente tiende a desaparecer a las pocas semanas de dar a luz.

Durante el embarazo, las personas con síndrome de piernas inquietas deben aumentar sus dosis de ácido fólico y vitamina B12 . Sin embargo, no se excluye que las mujeres que lo padecieron durante el embarazo aún puedan hacerlo a una edad avanzada. Además, la terapia con medicamentos específicos también podría ser un factor de riesgo, como los antidepresivos y los antieméticos.