Rollos de col
Aquí está la receta perfecta para deliciosos panecillos.
¿Buscas una forma diferente a la habitual de degustar una de las verduras más famosas del invierno? Entonces, los rollos de repollo están listos en la mesa .
Sus hojas arrugadas y acanaladas, con esa forma de concha, parecen estar hechas específicamente para acomodar deliciosos y sabrosos rellenos. Dado que la col es una verdura muy versátil, puedes decidir preparar panecillos que tengan la función de un segundo plato , o de un solo plato : en el primer caso, los panecillos se rellenarán con albóndigas y se cocinarán en una sartén con tomate y aromas; en el segundo caso, sin embargo, el relleno se puede enriquecer con arroz previamente hervido y embutidos o, si no te quieres perder de nada, con un risotto elaborado con un sabroso chorizo y un queso fibroso bien condimentado.
Aquí está la versión más ligera de este plato, ¡para que pueda disfrutarlo de inmediato sin sentirse culpable!
- Rendimiento: 4 personas atendidas
- Preparación: 20 minutos
- Cocinar: 35 minutos
Ingredientes
- 2 repollos tiernos y pequeños
- 400 gramos de carne molida
- 100 gramos de jamón crudo
- 1 cebolla blanca
- mezcla de hierbas, mejorana, perejil, tomillo picado
- sal y pimienta recién molida
- 300 gramos de tomates pelados
- aceite de oliva virgen extra
- 1 rama de canela
Preparación
- Examine el repollo con mucho cuidado y retire la parte central con el grano más duro de las hojas exteriores más grandes. Escaldar las hojas durante 3 minutos en una olla llena de agua hirviendo con sal. Escúrrelos y extiéndelos sobre un paño limpio.
- Prepara la mezcla de albóndigas y salsa de tomate siguiendo las instrucciones que encuentras en nuestra receta de albóndigas con salsa.
- En lugar de enharinarlas y dorarlas en una sartén, poner una en cada hoja de col y cerrarlas en paquetes o rollos. Ate con un hilo de hilo y cocine en la salsa ya picante durante unos 20 minutos.
- Sazona con sal y pimienta y sirve los rollitos de col con un plato caliente de polenta o con arroz pilaf (si quieres que sea un plato único) o como un segundo guiso, sabroso y rico, aunque ligero.