Ahora es cada vez más difícil ignorar la realidad oculta de las granjas industriales. Pero, ¿cómo nacieron? He aquí un recorrido histórico sobre esta realidad de producción.
La agricultura intensiva puede considerarse un descubrimiento accidental, que ha encontrado un lugar en un sistema de producción basado en maximizar la ganancia.
Agricultura intensiva: la historia
Para rastrear su nacimiento tenemos que remontarnos a principios de la década de 1900. Para ser precisos, en 1926 en la costa este de los Estados Unidos, un pequeño agricultor recibió por error un envío de unos 450 polluelos. En lugar de quejarse por la entrega no deseada, decidió mantener a estos animales en su granja, a pesar del espacio limitado disponible.
Los polluelos , a pesar de las precarias condiciones, sobrevivieron y se reprodujeron en poco tiempo, aumentando exponencialmente el número de ejemplares. En menos de 10 años fue posible contar alrededor de 250.000.
Cría intensiva: Comenzaron con un lote de pollitos entregados por error.Después de este debut fortuito, sin embargo, es necesario esperar hasta la década de 1960 para observar el establecimiento de la realidad de las granjas industriales en varias partes del mundo. En esta era, la propagación de medicamentos, en particular antibióticos , que podrían usarse en el ganado hizo posible proteger a los animales de enfermedades. Muchos ejemplares, de hecho, empezaron a enfermarse por las insalubres condiciones de vida debido a los espacios reducidos, el hacinamiento, las malas normas de higiene.
El éxito económico de este tipo de producción empuja a extender la experimentación a otro tipo de animales . No solo los pollos , entonces, sino también los cerdos y luego el ganado , para la carne y la leche , están sujetos a este sistema de producción industrial. Es el momento de máxima difusión de las granjas industriales en todo el mundo, con características similares a las de hoy.
Agricultura intensiva: una comparación entre ayer y hoy
Aunque las características de las granjas industriales se han mantenido similares a las actuales, el número de animales involucrados ha variado. De hecho, cada año se crían alrededor de 70 mil millones de animales para el consumo humano. Con el tiempo se ha ido constatando cómo esta realidad productiva está dejando una huella importante en nuestro planeta.
La deforestación , la contaminación de los acuíferos y el consumo de agua y el calentamiento global son algunas de las consecuencias.
Se puede decir que el éxito de este modelo zootécnico también es atribuible a hechos históricos. Desde el segundo período de la posguerra, el auge económico ha llevado a una mayor demanda de productos de origen animal de bajo costo, antes poco consumidos.
Hoy ya no podemos tolerar más este modelo, decididamente insostenible para nuestra salud y el medio ambiente. Por lo tanto, una pequeña revolución diaria puede comenzar con nuestras elecciones diarias conscientes como consumidores.
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