Después de las abejas y los huertos, la nueva frontera de la jardinería urbana podría ser el cultivo de algas a lo largo de las carreteras.
Gracias al fotobiorreactor construido para el evento de Villes et Champs, a partir de una idea de The Cloud Collective, un grupo de artistas y diseñadores de todo el mundo, nació el primer cultivo de algas urbanas del mundo, para producir algas cultivadas gracias a energía solar.
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Las algas son un alimento nutritivo porque es rico en proteínas ; abundante en la naturaleza pero en constante amenaza de extinción debido a la contaminación y el calentamiento global; también son muy buscados por la industria farmacéutica y cosmética para la creación de cremas, preparaciones y complementos, incluso de base no natural.
Pero experimentos recientes han descubierto que las algas también podrían ser útiles para combatir la contaminación a gran escala. Estas plantas acuáticas son capaces de alimentarse del sol y del dióxido de carbono, liberando oxígeno a la atmósfera .
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En este proyecto, los tubos transparentes montados en el paso elevado contienen las algas cultivadas gracias al fotobiorreactor, algas que luego se pueden utilizar para filtrar el aire o quemar como biomasa o como ingrediente para la industria alimentaria y cosmética. Una estructura de soporte de acero incorpora toda la maquinaria necesaria para el cultivo, bombas, filtros y paneles solares. El funcionamiento de este biorreactor quiere explicar cómo es posible producir alimentos en un entorno urbano, manteniendo la conservación de los espacios verdes y al mismo tiempo reinterpretando las infraestructuras existentes.
Algas cultivadas en un fotobiorrector en el viaducto de la Route de Pont Boutin en Ginebra Algas cultivadas en el paso elevadoLos microorganismos recolectados se alojaron dentro de una espiral de tubos transparentes para facilitar la fotosíntesis . Las algas cultivadas de esta manera pudieron cubrir los gastos incurridos en un año para el mantenimiento del biorreactor, además de colorear el paso elevado gris de Ginebra con un agradable y vivo verde de verano .
El proyecto se puso en marcha en noviembre del año pasado y nos ha permitido cultivar algas con la mínima huella, el mínimo gasto energético y en el centro de la ciudad. La estructura de soporte del fotobiorreactor es de hecho la barandilla del viaducto presente en Route du Pont Butin, en Ginebra. ¿Una provocación? Quizás, pero la idea ha dado sus frutos: como para declarar que cualquier lugar del mundo es bueno para la producción de biomasa.
Hasta la fecha, este fotobiorreactor urbano sigue siendo demasiado caro, pero si la industria lo tiene en cuenta, pronto podría convertirse en una realidad.
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