Abajo los residuos: cómo ahorrar en la cocina

De la compra al frigorífico: qué hacer para no desperdiciar comida y dinero

Abajo los residuos: cómo ahorrar en la cocina

De la compra al frigorífico: qué hacer para no desperdiciar comida y dinero.

Cuántas veces nos habrá pasado encontrar objetos inútiles en la casa, comprados quién sabe dónde pero sobre todo quién sabe por qué, cosas que amontonaremos en el fondo de un cajón o tiraremos sin hacer demasiados problemas. Un argumento similar también se aplica a la habitación más habitada de la casa, la cocina , donde los desechos siempre están al acecho. Aquí tienes algunos consejos útiles para no desperdiciar y, sobre todo, ahorrar. El frigorífico siempre debe estar super ordenado

El ahorro familiar comienza con el gasto

Si adoptamos una actitud cuidadosa y sostenible, no encontraremos grandes dificultades para ahorrar, tanto en términos económicos como en términos de impacto ambiental. En cuanto a las compras, por ejemplo, es bueno no depender nunca del azar sino, más bien, preparar una planificación semanal y en consecuencia una lista detallada para consultar una vez llegues al supermercado , para no sucumbir a tentaciones innecesarias. Un ejemplo: si consumimos pequeñas cantidades de pan, no lo compremos todos los días, sino que busquemos uno de calidad que aguante al menos 2-3 días, para utilizarlo todo sin tener que tirarlo. La prisa puede ser un mal consejero, así que intentemos ir de compras en un momento tranquilo,con la lista en la mano. Sobre todo, no cedemos al impulso de ofertas, por muy ventajosas que nos parezcan: evaluamos cuidadosamente el coste, la cantidad y la fecha de caducidad de los productos en promoción para no equivocarnos. Y no nos olvidemos de los Gases.

El almacenamiento adecuado para cada producto

Una vez de regreso a casa, es el momento de organizar adecuadamente los alimentos y los alimentos comprados. El frigorífico debe pedirse, en cada balda hay que colocar un tipo de alimento diferente, de forma que podamos ver todo lo disponible de un vistazo, sin correr el riesgo de olvidarnos de algo y volver a encontrarlo cuando esté caducado. La carne y el pescado van a la parte más fría (compartimento inferior); el central (normalmente 4-5 ° C) es bueno para huevos, productos lácteos, dulces a base de cremas y nata montada y para alimentos que se conservan en el frigorífico una vez abiertos. En la zona de mayor temperatura (normalmente el cajón de la parte inferior) van las frutas y verduras. Los estantes laterales son los puntos más calientes del frigorífico, destinados a productos que requieren poca refrigeración (refrescos, mantequilla). En su lugar, usemos el congelador para las sobras: esta también es una forma de no desperdiciar.

Y reciclamos todo lo posible para reutilizar de las cosas que cocinamos.