Cómo superar la timidez

Lidiar con el miedo excesivo: cómo aprender a vivir con facilidad y serenidad

Cómo superar la timidez

Lidiar con el miedo excesivo: cómo aprender a vivir con facilidad y serenidad

Sentirse incómodo y fuera de lugar : es el sentimiento que esconde la timidez , un aspecto del carácter que muchas veces está ligado a la baja autoestima. Sin embargo, es posible superar este obstáculo que no te permite vivir con plenitud y tranquilidad: basta un poco de coraje y determinación, cualidades contrarias que son difíciles de encontrar. Sin establecer hazañas heroicas, es posible superar la timidez con pequeños pasos y con la conciencia de que ya debemos gustarnos a nosotros mismos de esta manera. El cambio debe entenderse como una forma de mejorar y no como una obligación de transformarnos en algo que no somos.

Conocete a ti mismo

El primer paso es, sin duda, un análisis de las razones que podrían esconderse detrás de la desgana: quizás sea el miedo a equivocarnos o al juicio de otras personas lo que nos bloquea. La poca consideración que tenemos de nosotros mismos nos lleva a pensar que no somos interesantes, que somos ridículos y que no tenemos nada especial que ofrecer. Deberíamos dejar de ser jueces inflexibles y aprender a aceptarnos a nosotros mismos: probablemente descubriríamos cualidades inesperadas y la opinión de los demás sería menos importante, primero porque la nuestra será más indulgente, segundo porque daría menos peso a la valoración de los hechos que a la vida vivida. Deberíamos salir del muelledonde estamos continuamente bajo la observación de nuestra mirada inquisitiva. Tratar de conocernos mejor nos lleva a desprendernos de viejas etiquetas que tal vez llevamos desde la infancia: después de las innumerables ocasiones en las que nos han presentado como tímidos, también hemos llegado a creerlo. Para superar la vergüenza excesiva entonces podemos empezar a construir una opinión sana de nosotros mismos, sacudiéndonos los prejuicios del pasado, porque nada es para siempre, ni siquiera en los pensamientos. Podemos concentrarnos en nuestras cualidades, en las satisfacciones que hemos recogido, en los afectos que nos rodean y luego las consideraciones mentales que nos bloquean perderían su sentido.

Nadie es perfecto

La ironía sana es muy útil para salir de su caparazón: si no nos sentimos a ver o hablar, esto no es necesariamente un problema. Tal vez haya otra ocasión en la que queramos dejarnos llevar. Deberíamos tener el dicho de que " nadie es perfecto " tatuado en nuestra mente , adecuado para nosotros y para los demás. Una mirada más desencantada a las personas que nos rodean, y tal vez incluso una pizca de humor, nos ayudará a entender que no existe el hombre perfecto, el ideal a seguir y ¡esta es precisamente la "belleza de la transmisión en vivo"!