Primer examen ocular: cómo abordar

Los ojos son importantes, por esta razón, después de una inspección inicial (al nacer), se debe monitorear la visión con cierta frecuencia.

Primer examen ocular: cómo abordar

Los ojos son importantes, por esta razón, después de una primera inspección (al nacer), se debe monitorear la visión con cierta frecuencia.

Tan pronto como nacemos, nos aseguramos de que nuestros bebés estén bien, a veces nos olvidamos de revisar nuestra vista. Este es un aspecto que muchas veces se pasa por alto y que, en cambio, constituye un punto muy importante en el estado general de salud.

Por tanto, el primer examen ocular debe realizarse justo después del nacimiento para comprobar que no existen anomalías.

Según un análisis general, cerca de dos millones y medio de niños de entre tres y diez años padecen trastornos oculares de diversa índole (enrojecimiento, frecuentes dolores de cabeza, etc.) y a pesar de ello nunca han sufrido un examen de la vista.

Revisión de la vista al nacer

El primer examen ocular de inspección se realiza al nacer. La primera visita de inspección la realiza el oftalmólogo en el momento del nacimiento, cuando el niño está en el hospital con su madre.

La atención a los recién nacidos aumenta cuando existe un alto riesgo genético y en el caso de bebés prematuros.

Durante la primera visita de inspección, el oftalmólogo comprueba la morfología del globo ocular, el reflejo rojo del ojo y la motilidad del mismo mediante una pequeña luz.

Exámenes de la vista posparto, los recomendados

Otras visitas posnatales son concomitantes con la vacuna de profilaxis contra la poliomielitis, entre seis y nueve meses. En esta fase, el examen ocular cambiará poco en comparación con la inspección que se realiza en los primeros días de vida del niño.

La próxima cita debe ser alrededor de los dos o tres años, especialmente si los padres notan algunas pequeñas dificultades visuales. En esta ocasión, el oftalmólogo buscará miopía u otros defectos refractivos, como hipermetropía y astigmatismo, o cualquier alteración de la motilidad ocular como entrecerrar los ojos o lo que se denomina "ojo vago". Esto significa que uno de los dos ojos no ha desarrollado su visión correctamente debido a alguna anomalía.

A los cinco o seis años , y estamos en la tercera reunión con el oftalmólogo, se recomienda someter al niño a otro control para evaluar la agudeza visual. Leer dibujos, letras y números del optotipo clásico desde lejos es la primera herramienta de evaluación.

Seguirá una serie de controles periódicos si el niño destaca problemas visuales, los controles se realizarán cada dos años y de forma preventiva : será importante controlar la influencia del crecimiento en el aparato visual.

Las indicadas son las cadencias generales con las que se deben realizar los exámenes de la vista a partir de una edad muy tierna, pero si los padres notan problemas particulares podrán anticipar las visitas en contravención del calendario indicado anteriormente.

¿Cuáles son algunos indicadores importantes?

• si los niños parpadean continuamente;

• si hacen la vista gorda cuando miran hacia las fuentes de luz;

• cualquier inclinación y rotación de la cabeza cuando el niño mira algo;

• Frotarse los ojos, enrojecimiento y lagrimeo excesivo.