Fractura ósea: cómo reconocer los síntomas y cuáles son los tratamientos

La fractura es una afección médica bastante frecuente y se debe a varios factores, incluidos traumatismos violentos o afecciones patológicas, como la osteoporosis.

La fractura ósea es una condición médica caracterizada, como su nombre indica, por la rotura de huesos. Suele deberse a un traumatismo intenso pero también puede ocurrir por algunas patologías. Estos son los síntomas y los posibles tratamientos para las fracturas.

Por fractura entendemos un evento bastante frecuente que consiste en la rotura parcial o total de un hueso . Esta afección médica puede afectar cualquier hueso del cuerpo. No necesariamente causa una lesión en la piel.

Cuando no se observan desgarros superficiales, se denominan fracturas cerradas .

Por el contrario, si la piel no permanece intacta y sale hueso, se conoce como fracturas abiertas .

Existen varias clasificaciones para definir fracturas, como la distinción entre compuestas o desplazadas. El diagnóstico y las condiciones generales de salud ayudan a determinar el tipo de terapia y los tiempos de recuperación.

Definición de fractura

Las fracturas se pueden definir como interrupciones en la continuidad de un determinado segmento óseo. Esto suele ocurrir cuando se aplica una fuerza externa a los huesos que excede su resistencia. Incluso si los huesos son fuertes y sólidos, también pueden romperse.

Esto puede ocurrir directamente después de una caída. También puede ocurrir indirectamente debido a accidentes durante las actuaciones deportivas o debido a movimientos de flexión o torsión. Las fracturas también pueden ocurrir después de sucesos micro traumáticos repetidos .

En este caso se definen como 'por estrés' y afectan principalmente a deportistas que estresan repetidamente determinados huesos. Finalmente, otra categoría es la de las fracturas patológicas , que pueden ser consecuencia de una condición de fragilidad ósea debido a una patología.

Estas son, por ejemplo, aquellas fracturas provocadas por la osteoporosis que ocurren con frecuencia en los ancianos .

Fractura: también puede ocurrir debido a microtraumatismos repetidos comunes en atletas que se esfuerzan en ciertos huesos.

Síntomas de fractura

Reconocer la ocurrencia de este evento es bastante simple debido a sus manifestaciones sintomáticas. En primer lugar, la rotura de un hueso implica ciertamente un estado de dolor más o menos intenso.

El dolor causado por el impacto suele ir acompañado de hinchazón del área que rodea el hueso afectado. Debido a la rotura de los vasos sanguíneos también se observa un ' hematoma ' . Por tanto, se puede observar una hemorragia localizada en el tejido subcutáneo.

La presencia de un hueso fracturado también es reconocible por la dificultad o imposibilidad de tener la motilidad normal del miembro afectado. También puede producir crepitaciones o un ligero ruido como resultado del intento de mover el hueso roto. Se pueden encontrar otros síntomas al mismo tiempo. Entre estos, en particular , palidez, disminución de la presión arterial, taquicardia y desmayos .

Esto puede ser simplemente una consecuencia del dolor violento causado por el evento traumático.

Tipos de fracturas

Los síntomas de una fractura pueden variar según varios factores. En particular, se debe tener en cuenta la edad de la persona afectada, el estado general de salud y la gravedad del daño. Por tanto, se debe realizar un diagnóstico para comprender la complejidad de la situación médica. Las fracturas pueden considerarse compuestas o desplazadas dependiendo de cualquier desplazamiento de las partes de los huesos afectadas por la fractura.

Fractura compuesta

En este tipo de fractura, las partes afectadas del hueso permanecen en su posición anatómica original. Las dos secciones de huesos fracturados mantienen así la continuidad manteniéndose alineadas entre sí. En las fracturas compuestas, la curación es, por tanto, el resultado de un proceso natural.

Por tanto, es necesario garantizar un descanso absoluto en la zona afectada para que se vuelva a alinear de forma natural.

Muy a menudo es necesario inmovilizar el área afectada para lograr una curación óptima.

Esto evita movimientos que podrían causar dolor y no promover la recuperación. Posteriormente, es posible que necesitemos algunas sesiones de fisioterapia. El objetivo es recuperar la plena funcionalidad de las extremidades o zonas del cuerpo afectadas.

Fractura: puede requerir inmovilización de la parte afectada y reposo para asegurar una rápida y completa recuperación.

Fractura desplazada

En las fracturas desplazadas se observa un desplazamiento de los muñones óseos con respecto a la posición anatómica de origen. Por tanto, se pierde la alineación normal presente entre los huesos. En primer lugar, puede ser necesaria una operación de realineación realizada bajo anestesia.

Se puede realizar mediante manipulación o con una cirugía especial según la gravedad de la afección. Solo después de esta operación de realineación es posible proceder con la inmovilización de la parte afectada.

Con el yeso, el objetivo es favorecer la formación del callo para hacer que el hueso vuelva a ser un solo bloque. Una vez finalizado el proceso de curación, puede ser necesaria la rehabilitación con fisioterapia. De esta forma el objetivo es recuperar la fuerza de los músculos y promover nuevamente la movilidad de la zona afectada.

Los tiempos de recuperación vienen dictados por diversas circunstancias, incluida la zona ósea afectada.

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