Isquemia cerebral: causas, síntomas y tratamiento.

Cómo lidiar con el fenómeno de la isquemia cerebral.

Isquemia cerebral: causas, síntomas y tratamiento.

Cómo afrontar el fenómeno de la isquemia cerebral.

La ' isquemia cerebral es una enfermedad muy común en la sociedad moderna, con consecuencias más o menos graves según la extensión del área afectada y la oportunidad de las intervenciones posteriores. Representa una condición patológica que surge cuando el cerebro no recibe suficiente sangre, y en consecuencia oxígeno (hipoxia), para satisfacer sus necesidades metabólicas.

El cerebro , como todos los demás órganos del cuerpo humano, necesita oxígeno y nutrientes para funcionar correctamente. La deficiencia de oxígeno puede provocar la muerte del tejido cerebral y un accidente cerebrovascular isquémico .

Según las investigaciones epidemiológicas, el accidente cerebrovascular es la segunda causa principal de muerte y la tercera causa principal de discapacidad en todo el mundo, y la primera causa de discapacidad en los ancianos. El accidente cerebrovascular se encuentra entre las tres principales causas de muerte en países industrializados como Italia.

Causa de isquemia.

Hay dos formas de isquemia cerebral : focal y global . El primero permanece confinado a un área limitada del tejido cerebral y puede ser causado por un trombo (coágulo de sangre) o un émbolo (una burbuja de oxígeno), que bloquean el suministro de sangre al cerebro. Esto se debe a que actúan como un obstáculo para el flujo sanguíneo normal en la arteria cerebral. La isquemia global afecta a múltiples áreas del cerebro, debido a una interrupción más sostenida del flujo sanguíneo.

En ambos casos, la intervención oportuna es fundamental, pues existe una alteración del metabolismo cerebral. Con la reducción del suministro de sangre se produce una verdadera crisis energética en el cerebro, que ya no tiene los recursos para funcionar de la mejor manera. En los casos más leves, la isquemia puede ser temporal y los síntomas se resuelven en aproximadamente 2-3 horas; en los casos más graves hay un derrame cerebral real.

Causas

Las causas de la isquemia cerebral son múltiples. Una de las causas más comunes es la aterosclerosis (presencia de placas que pueden desprenderse) de los vasos que llevan sangre al cerebro, a saber, las carótidas (arterias ubicadas en el cuello). Las causas comunes incluyen algunas enfermedades cardíacas como la fibrilación auricular (ritmo cardíaco alterado), que puede promover la formación de émbolos; l ' hipertensión arterial y diabetes mellitus tipo II , especialmente si no se compensa adecuadamente.

También existen causas más raras : defectos de coagulación, enfermedades genéticas, disección de los vasos (una enfermedad rara de los vasos, que altera su estructura) y el uso de algunos medicamentos y fármacos.

La isquemia cerebral ciertamente se ve favorecida por algunos factores, llamados factores de riesgo : edad avanzada (debido a una pérdida natural de elasticidad de los vasos sanguíneos), un estilo de vida incorrecto (dieta desequilibrada y estilo de vida sedentario), obesidad y sobrepeso, tabaquismo, así como concomitancia con otras enfermedades (hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo II y dislipidemias).

Síntomas

Los síntomas ciertamente dependen del área dañada, la extensión del área afectada y el grado de reducción del flujo sanguíneo. Sin embargo, hay campanas de alarma que permiten una intervención oportuna. Puede ocurrir lo siguiente, con diversa gravedad: problemas de visión (ceguera en un ojo y / o visión doble); dificultad para hablar, dificultad para moverse y realizar movimientos coordinados; pérdida del conocimiento, sensación de debilidad o entumecimiento en la cara, brazo, pierna, la mitad del cuerpo o todo el organismo; dolor de cabeza o mareos; somnolencia severa hasta como en casos severos.

Siempre es bueno comunicarse con la sala de emergencias o con su médico si tiene estas alarmas. El diagnóstico se realizará con química sanguínea, ECG y ecocardiografía, TC y RM.

Cuidado

Es recomendable consultar a un médico. Una vez diagnosticado con isquemia cerebral, es bueno seguir algunas reglas simples para evitar que el problema vuelva a ocurrir. En primer lugar, apégate a cualquier tratamiento farmacológico que te indique el médico, pero sobre todo actúa sobre la dieta y el estilo de vida . Es fundamental controlar periódicamente la presión arterial y el azúcar en sangre (diariamente si es hipertenso o diabético); controlar periódicamente los niveles sanguíneos de colesterol (¡aquí hay una dieta anti-colesterol!) y triglicéridos, para reducir o mejor eliminar por completo el hábito de fumar; Evite absolutamente los alcoholes y las bebidas alcohólicas, que tensan los riñones y el hígado.

Pero todo esto no es suficiente: hay que empezar con una dieta equilibrada y equilibrada, que te permita adelgazar (en caso de exceso de peso) o mantenerlo si tienes un peso normal. Un peso correcto según la edad y la estatura reduce el riesgo cardiovascular , porque el corazón tendrá menos dificultad para empujar la sangre hacia las arterias y habrá menos impedimentos en el retorno venoso. Debemos centrarnos en una dieta de tipo mediterráneo con un índice glucémico bajo: en cada comida es recomendable insertar carbohidratos, proteínas, grasas buenas y fibras de bajo índice glucémico.

Por tanto, no se recomiendan las comidas disociadas, porque favorecen la subida de insulina, con aumento de peso. Preste especial atención a las frecuencias de quesos y embutidos, por el contenido de grasa y sal; y contenido de fruta, que en exceso favorece el aumento de peso. Es fundamental practicar actividad física de intensidad moderada al menos 4 veces por semana: lo óptimo serían 10.000 pasos al día. Quienes ya están entrenados, previa aprobación del médico, pueden retomar la actividad física, aumentando gradualmente la intensidad, permaneciendo siempre dentro de la actividad moderada (natación, ciclismo, trote ligero).

Previo acuerdo con el médico de cabecera, es posible combinar la terapia farmacológica con algunos suplementos a base de antioxidantes como resveratrol, omega3, coenzima Q10.