Ahorrar es hermoso ... ¡Para nosotros y para el medio ambiente!

Buenas prácticas de Blackbeard para la vida cotidiana. Del Almanaque Barbanegra 1762 - Los almanaques del buen vivir

Ahorrar es bueno… ¡Para nosotros y para el medio ambiente!

Buenas prácticas de Blackbeard para la vida cotidiana. Del Almanaque Barbanegra 1762 - Los almanaques del buen vivir

Lo que se necesita, y que Barbanegra siempre ha sugerido, es una pizca de atención, una nueva conciencia de cómo cada gesto, incluso el más pequeño, puede hacernos vivir mejor a nosotros y al Planeta. Empecemos por las pequeñas cosas cotidianas, como las actividades que hacemos todos los días en casa, para adoptar nuevas actitudes “ecológicas”. Si por ejemplo, tenemos que sustituir las viejas cocinas eléctricas, es preferible elegir los de gas. Parece imposible, pero esto reducirá los costos hasta en un 60%. También podemos optar por placas vitrocerámicas que garantizan un ahorro del 10% o, mejor aún, compramos cocinas de inducción, que son capaces de reducir notablemente el consumo energético y reducir a la mitad los tiempos de cocción. Esto no es en absoluto despreciable, dados los intensos ritmos a los que todos estamos sometidos a diario. Por último, cabe recordar que el horno ventilado, si la puerta tiene un buen aislamiento térmico, ¡también consume un 30% menos!

El sabor ... ¡del reciclaje!

¡Un montón de ideas y consejos para "recuperarse" en la cocina!

Siempre nos quedamos en la cocina, pero hablamos de algo más… sabroso. ¡Hablemos de comida! Todos sabemos que muchas veces no siempre es posible evitar las sobras o, por ejemplo, que el pan se seque. En este caso, en lugar de tirarlo, se puede reciclar preparando una excelente panzanella . Un plato pobre pero sabroso, la panzanella se prepara con pan duro suavizado en agua fría y sazonado con aceite de oliva, sal, tomate, albahaca y más al gusto. Si por el contrario te sobra algo de pasta condimentada, puedes comerla al día siguiente calentada en una sartén con un poco de aceite. Será aún más sabroso si se coloca en una sartén con un poco de mantequilla. Después de agregar el queso rallado, calentar en el horno hasta que se tueste la superficie.
Mientras que si en la despensa encontramos ese vino que nos dieron pero que simplemente no nos gusta, hirviéndolo unos minutos con una ciruela y una cucharadita de azúcar, se convertirá en una salsa excelente para dar sabor a risottos, carnes y, en especial, asados. .