Milán por descubrir: 5 lugares insólitos y menos conocidos de esta ciudad
Milán también tiene sus rincones secretos por descubrir. Aquí hay 5 lugares inusuales para visitar en la ciudad milanesa.
Milán es siempre Milán. Hay quien la ama y quien la odia, pero seguro que tiene muchos lugares mágicos y fascinantes, que hay que visitar al menos una vez.
¡No solo la Piazza Duomo! Aquí están los 5 lugares que generalmente se pasan por alto cuando se visita la ciudad de la moda, ¡pero que definitivamente merecen atención!
1) La iglesia con la fuente milagrosa
La iglesia del siglo XVI de Santa Maria alla Fontana no es una de las más conocidas de Milán, está escondida entre los edificios y, por lo tanto, es un destino para pocos. Su peculiaridad es precisamente su fuente de la que aún hoy brota un agua considerada milagrosa hasta el punto de que siglos atrás existía una auténtica piscina en la que los enfermos se sumergían para aliviar su dolor. Parece que fue Leonardo Da Vinci quien se ocupó de los temas de la ingeniería hidráulica. La bóveda con frescos del claustro merece una visita.
2) El dedo medio de Cattelan y la oreja en la pared
¿Es Milán capaz de sorprender con arte irreverente incluso en el corazón de la ciudad? Sí lo es, y el dedo medio levantado, creado por Maurizio Cattelan, que debería haber permanecido solo temporalmente en Piazza Affari, ahora es imprescindible para un recorrido por el centro. La obra, titulada AMOR, tiene un enorme dedo medio de once metros de altura y varias toneladas de peso. Es la única obra del artista expuesta en un lugar público.
Por otro lado, en el número 10 de via Serbelloni , en un edificio llamado Ca 'de l'Oreggia , junto a la puerta de entrada, hay una oreja de bronce de 70 cm de altura , enriquecida con mechones de pelo rizado. ¡Se instaló a mediados de la década de 1920 con la función de intercomunicador! Una tubería conectaba la obra de arte (creada por el escultor Adolfo Wildt) a la conserjería del edificio, para que los visitantes pudieran presentarse.
3) Visita la casa de Leonardo en Milán
Casa Atellani es la residencia milanesa de Leonardo da Vinci, donde también se revela una pasión secreta del genio toscano: un viñedo centenario de Malvasia di Candia Aromatica plantado por el propio Leonardo. La visita guiada le permitirá descubrir la belleza del viñedo, la vida cotidiana del Maestro en las espléndidas habitaciones de esta casa, el pasaje secreto al jardín de las delicias. Ya que estamos en Milán, se organiza una visita guiada con aperitivo los miércoles y sábados a las 17.45 h. Para obtener información consulte el sitio.
4) Disfruta del silencio en el Claustro de las ranas
Es un pequeño refugio que forma parte de la Iglesia de Santa Maria delle Grazie, un destino turístico por excelencia. El claustro, que data de finales del siglo XV, en realidad se llama Chiostro Piccolo , y sigue siendo un lugar para disfrutar de la dichosa soledad en compañía de un libro o un amigo. Pasee por los cinco arcos de terracota, los magnolios estrellados y los setos de boj. Alrededor de la fuente del centro hay unas ranas de bronce a las que debemos el sobrenombre. Se puede llegar a la entrada de via Caradosso.
5) Signos de guerra en las paredes y mobiliario urbano
En marzo de 1848, año agitado para la ciudad de Milán, estalló una violenta tensión entre la guarnición austríaca en Lombardía y los milaneses que culminó con la revuelta de los cinco días de Milán en la que la ciudad se convirtió en un verdadero campo de batalla. Si te adentras en Corso di Porta Romana, en el número 3, verás una bala de cañón clavada en la pared , signo tangible de la guerrilla.
En Piazza della Repubblica, en cambio, se pueden ver las consecuencias de una guerra más reciente. La metralla de una bomba lanzada en agosto de 1943 atravesó un poste de luz que todavía está allí hoy.