Mentiras infantiles: cómo lidiar con los pequeños mentirosos

Una pequeña mentira nunca ha lastimado a nadie y su hijo lo sabe bien. A continuación, se incluye información & quot; lista para usar & quot; para no encontrarte desprevenido!

Mentiras infantiles: cómo lidiar con los pequeños mentirosos

Una pequeña mentira nunca ha lastimado a nadie y su hijo lo sabe bien. ¡Aquí hay información "lista para usar" para que no se sienta desprevenido!

Ser padre es realmente un poco como vivir una aventura , sobre todo si estás en la primera experiencia: cada día se abre un nuevo capítulo y solo al final sabrás cómo terminará. Su hijo le brinda emociones y sorpresas continuas. Ahora por primera vez te enfrentas a una mentira: ¿cómo reaccionas? Probablemente en un principio te parecerá extraño lidiar con un pequeño Pinocho , pero no te preocupes es una cosa bastante común y sobre todo no hay nada de qué preocuparte, de verdad. ¡Sigue leyendo y no te pillarán desprevenido!

¡Abajo las etiquetas!

¡Una cosa que se debe evitar es ponerle una etiqueta ! Es preferible no llamarlo mentiroso y correr el riesgo de inhibir su imaginación. Según los expertos, los niños de hasta seis o siete años no mienten como lo hacen los adultos, que mienten intencionalmente: es más apropiado llamarlos cuentos de ficción . En la edad preescolar, la línea entre lo fantástico y lo real es muy delgada. A una pregunta simple, por ejemplo, "¿qué hiciste hoy en el jardín de infancia?", Es posible que te escuches responder con una anécdota que sucedió hace algún tiempo.

Las mentiras no son negativas, ¡todo lo contrario!

Será interesante descubrir, queridas madres, que vuestras mentiras son sinónimo de autonomía y creatividad . Las mentiras que a veces pueden dejarlo un poco perplejo son expresiones verbalizadas de su deseo de independencia de sus padres. Vale la pena dejar volar la imaginación, no extinguiendo la creatividad, sino intentando con una sonrisa hacer comprender a tu pequeño interlocutor que lo has "pillado con las manos en el atasco" . La mentira es un indicio de su desarrollo cognitivo: los niños no se dan cuenta de que negando la realidad no se puede anular. Las primeras mentiras pueden aparecer alrededor de los tres o cuatro años cuando el niño comienza a dejar volar la imaginación , a veces con la intención de encubrir una pequeña broma.

¿Qué decir?

Parece un anuncio visto en televisión: un niño con la boca manchada de chocolate que, con mirada vivaz y atenta, ¡niega rotundamente haberlo comido! Mientras los niños tengan entre tres y seis años no hay nada de qué preocuparse, puedes reírte de ello sin pensar demasiado. Es a partir de los siete años que comienzas a mentir conscientemente, por diferentes motivos: te toca a ti entender qué provocó esa mentira, sin perder la sonrisa y las ganas de escuchar los pensamientos de tus pequeños.